Tras la emergencia del COVID, son muchos las empresas que han tenido que adaptarse a las nuevas medidas sanitarias provenientes de los Ministerios de Sanidad y de Comercio. En este post hablaremos de los protocolos aplicables a la reapertura de comercios, tanto los generales como los específicos para cada sector, y qué condiciones ha de cumplir tu limpieza profesional para tener a punto tu establecimiento. 

Independientemente de cuál sea nuestro comercio, es imprescindible mantener la distancia interpersonal de aproximadamente 2 metros. En aquellas ocasiones en las cuales esto no sea posible, debemos utilizar medidas de barrera, como las mascarillas o las pantallas protectoras. Se debe mantener una higiene de manos regular, teniendo en cuenta que la solución más eficaz es el agua y jabón convencional, si bien en algunos casos, como las tiendas, puede ser más sencillo poner a disposición del cliente gel hidroalcóholico. El uso de estas soluciones para desinfección, así como las mascarillas y un aforo determinado son obligatorios, tanto para el público como para el personal trabajador.  El personal de limpieza ha de estar especialmente formado e informado sobre el uso de los equipos de protección. 

Si fuera necesario para mantener dicha distancia de seguridad, se debe recolocar los muebles y puestos de trabajo para asegurar los 2 metros de seguridad; e incluso, reorganizar a la plantilla de trabajadores para evitar aglomeraciones y coincidencias innecesarias en la medida de lo posible. 

En el supuesto de establecimientos abiertos al público, se recomienda evitar la entrada al establecimiento de clientes con síntomas similares a los del COVID (moqueo, congestión nasal o conjuntival, tos seca o productiva, lagrimeo, aspecto febril…), y en caso de que un cliente con esta sintomatología haya entrado en el local, se habrá de proceder a la desinfección de todos aquello con lo que haya podido entrar en contacto. 

Es de relevancia el tratamiento que se da a los aparatos de uso común y otros objetos, tales como bolígrafos, grapadoras, surtidores de agua, cafeteras… Debe evitarse en toda medida su uso. Si este fuera imprescindible, se debe realizar una desinfección exhaustiva al principio y final de la jornada, y limpiar después de cada uso, así como que quien vaya a usar el objeto, debe desinfectarse las manos antes y después. 

El personal de limpieza debe utilizar un equipo de protección individual adecuado al nivel de riesgo de cada situación (no es lo mismo un pequeño despacho el cual no tiene apenas concurrencia de personas que un establecimiento comercial de alimentación que es frecuentado todos los días por decenas de clientes), y desechará este equipo siempre que sea posible. 

Es imprescindible realizar un mínimo de 2 limpiezas y desinfecciones diarias de las instalaciones, siendo una de ellas obligatoriamente al final de la jornada y recomendándose la otra en el descanso del mediodía (si es que este se realiza). Debe realizarse también una desinfección al acabar cada turno de trabajo. Tras cada limpieza, los materiales empleados y los equipos de protección individual deben ser desechados de forma segura. 

Todas estas medidas y otras concretas para el tipo de establecimiento deben recogerse en un protocolo individualizado que responda a las características propias del local y a la intensidad de uso del mismo. Ante cualquier cuestión, no dude en acudir a una empresa de limpieza profesional como ELIGROUP desde hace más de 25 años al servicio de múltiples tipos de limpieza. En el siguiente post hablaremos de las medidas concretas que deben seguir los establecimientos más habituales en función del servicio que presten.