La emergencia sanitaria del Coronavirus ha obligado a implementar una serie de medidas destinadas a la protección frente al contagio del virus. En un post anterior hablábamos de qué medidas han de tomarse con carácter general, independientemente de la tipología del comercio. En este, desgranaremos las recomendaciones específicas para cada sector. 

Alimentación: resulta de vital importancia el uso de guantes desechables para los productos sin envasar (como fruta y verdura, pero también carnes, pescados, quesos…), tanto por parte del cliente como del vendedor. Para aquellos productos expuestos, también sin envase, se debe habilitar un sistema de protección, por ejemplo, con vitrinas, plásticos u otros materiales que garanticen su higiene. Puede establecerse en estos espacios (y también en las cajas de pago), una distancia de seguridad interpersonal y con el producto, siendo esta distancia de obligatorio cumplimiento. 

Textil: los probadores deben limitar su uso lo máximo posible, solo pudiendo estar abiertos alternativamente (uno sí, uno no). Tras cada uso, los probadores deben ser desinfectados, incluyendo la cortina, y el mobiliario que no sea imprescindible, retirado. Las prendas probadas y no adquiridas o aquellas prendas que sean devueltas, deben ser desinfectadas o puestas en cuarentena. Los zapatos deben probarse con calcetines desechables o bolsas plásticas que debe proveer el comercio, realizándose también la desinfección de aquellos zapatos probados y no comprados o devueltos. Tocados, sombreros y otros accesorios de cabeza deben seguir una protección similar, haciéndose las pruebas con gorros desechables de celulosa. 

Tecnología, telefonía y cultura (libros, CDs, películas y similares): es obligatorio el uso de guantes para la manipulación de estos productos. Se deben limpiar frecuentemente expositores y sus productos, si bien los libros no pueden, por sus materiales, ser desinfectados (podría dañarlos gravemente). Por ello, se recomienda, en caso de devoluciones de libros, que se pongan en cuarentena durante 14 días, antes de volver a la exposición en la librería. 

Muebles y obras: sus medidas son muy similares a las de la parte general. Los productos que deban probarse han de ser cubiertos con un protector desechable, y si se trata de una pieza individual (como una muestra de tela), ha de ser desinfectada después de la prueba. En el caso de traslados de material y muebles, se han de realizar en la medida de lo posible con una trayectoria lo más directa posible, evitando intermediarios y paradas. 

Gasolineras: uso obligatorio de guantes desechables y mantenimiento de la distancia interpersonal de 2 metros. En caso de no poder garantizarse esta, uso de surtidores alternos. La zona de repostaje debe ser limpiada y desinfectada con habitualidad. Esta serie de directrices, junto a aquellas de carácter más general descritas en el post anterior, son aquellas que los comercios deben cumplir para poder hacer de la vuelta a la normalidad un proceso seguro, tanto para los clientes como para los trabajadores. Ante cualquier cuestión, no dude en acudir a una empresa de limpieza profesional de total confianza como ELIGROUP, desde la que podemos aconsejarle y ayudarle en la realización de su protocolo sanitario. La seguridad en el comercio es cosa de todas y todos.