A medida que el otoño y sus bajas temperaturas llegan a todo el país, las escuelas y centros educativos se deben preparar para el inevitable ataque de gérmenes que llegan cuando los estudiantes regresan a las aulas. ¿Cómo prevenir el brote (aparentemente inevitable) de contagios que ocurre cada curso?
Aquí dejamos algunos consejos para determinar dónde se encuentran los “puntos calientes de gérmenes”, y cómo prevenir la propagación de enfermedades en el mundo académico.
En el curso 2017-2018 en España, solo en enseñanzas no universitarias, aproximadamente 8.200.000 alumnos entraron en las aulas, y al menos 695.000 profesores, sin mencionar al personal administrativo, etc.
Únicamente en procesos gripales o catarrales, los estudiantes de secundaria, pierden una media de 4,5 días de clase; los de primaria algo más de 7 días y, los alumnos de escuela infantil sufren un promedio de 12 resfriados por cada curso escolar.
¿Qué significa esto para las escuelas? la falta asistencia a la escuela tiene varios puntos negativos de impacto:
- El coste económico de:
- Las bajas y sustitución de trabajadores.
- La bajada de ingresos por servicios extras, etc.
- Las ausencias reiteradas pueden retrasar el rendimiento académico y la programación educativa.
La magnitud de estas “epidemias” puede conllevar grandes pérdidas generales, afectando a suministros y programaciones ofrecidas a los niños.
Con estos datos, nos vamos a centrar en los lugares en la escuela donde los gérmenes son más propensos a congregarse infectando a los estudiantes, al personal y que, evidentemente, a la hora de programar la limpieza con los profesionales o empresa de limpieza debemos tener muy presentes.
Los “puntos más peligrosos” en los centros educativos.
Un estudio de la Universidad de Arizona sustituyó al personal de limpieza habitual por sus investigadores en la tarea de limpiar aulas y áreas comunes de media docena de escuelas para determinar qué áreas eran más propensas a ser focos de gérmenes y, este estudio determinó que el sitio más contaminado de la escuela es: ¡la mesa de comer!
Pero existen muchos más lugares muy conflictivos:
- El mango del dispensador de papel-toalla del cuarto de baño
- Los grifos del baño
- Los pomos de las puertas
- Las fuentes de agua
- La mesa de la biblioteca
- El teclado y ratón del ordenador
- Los escritorios, tanto del profesor como de los estudiantes.
Además, se debe prestar especial atención en la limpieza diaria a los “sospechosos” habituales: picaportes, interruptores de luz, pasamanos e incluso los suelos.
¿Qué es lo que estas áreas tienen en común? Son áreas de uso mayoritario: todas las personas en la escuela tienen acceso.
¿Qué se puede hacer para reducir la concentración de gérmenes en estas áreas comunes?
Sabemos que la limpieza profesional diaria es imprescindible en la desinfección de las zonas con alta concentración, pero al margen del personal profesional de limpieza, todos los miembros de la comunidad educativa deben tener una actitud activa y consciente:
El primer paso: educación
Colocar carteles grandes y vistosos en los baños, recordando a los estudiantes, a maestros y a todo el personal, la necesidad de que se lavar las manos completando todas las instrucciones para la eliminación real de gérmenes.
No solo en las escuelas primarias: los niños de las escuelas intermedias y secundarias también deben usar los recordatorios. Un estudio de empresas de limpieza sobre hábitos higiénicos de estudiantes de secundaria y universitarios, se averiguó que solo la mitad de los estudiantes se lavaban las manos después de utilizar el baño y, de esta mitad, exclusivamente el 33% de las chicas y el 8% de los chicos usaban jabón.
Segundo paso: desinfección
Gel desinfectante: instalar desinfectantes en las clases, disponibles y accesibles, colocados de manera destacada junto a papel, para fomentar su uso cuando los estudiantes sufren de un resfriado. También se deben instalar puntos de desinfección en toda la escuela, principalmente en la cafetería. Colocar desinfectante junto a la línea del almuerzo con carteles que indiquen a los estudiantes su uso antes de comer.
Desinfectar a lo largo del día: brindar a los maestros toallitas desinfectantes y pedirles que repasen los puntos calientes de gérmenes a lo largo del día. A pesar de que un aula puede comenzar limpia la jornada, los gérmenes se acumulan a medida que avanza el día. Un estudio sobre el virus de la gripe A encontró un 13,6% por la mañana y por la tarde, había subido al 50%. Un repaso de la limpieza a mediodía ayudaría a mantener a todos sanos.
Tercer punto: profesionalidad
Capacitar al personal de limpieza: sí, la limpieza en la escuela es muy importante para la imagen, pero lo es más para la salud pudiendo tener un impacto mucho mayor en la escuela y las personas. Asegurar que los trabajadores de la limpieza tengan las herramientas y el tiempo necesario, así como la capacitación y la educación necesarias para atacar los puntos fuertes de contagios, es totalmente imprescindible.
En el próximo artículo, detallaremos la forma en que podemos reducir el contagio de la gripe en los lugares de trabajo y/o estudio de forma profesional.
Una empresa de limpieza profesional como ELIGROUP tiene la experiencia y los conocimientos necesarios para proporcionar un entorno seguro e higiénico para los estudiantes y el personal por igual.