¿Has tenido un percance y el vino se ha derramado sobre la alfombra? Que no cunda el pánico. Hay algunos trucos muy efectivos para que te enfrentes a esas temidas manchas de vino de la alfombra y obtengas resultados exitosos. Presta atención a estos consejos y resuelve la situación sin dañar el tejido de tu alfombra.
Cuál es el mejor momento para limpiar la mancha de vino
Cuanto antes mejor. La rapidez con la que actúes es uno de los aspectos cruciales para que la limpieza sea verdaderamente efectiva. Por este motivo, antes de comenzar con el proceso de limpieza profunda sería muy recomendable que las primeras medidas a adoptar fueran las siguientes:
- Servilletas de papel: ve a la cocina y hazte con el rollo de papel. La celulosa es un material súper absorbente que te va a permitir eliminar el exceso de líquido, especialmente si utilizas servilletas multicapa. Si la cantidad de vino que se ha derramado sobre la alfombra es excesiva también puedes utilizar esponjas o bayetas con mucho cuidado de no esparcir el líquido hacia otras partes de la alfombra.
- Agua con gas: derrama sobre la macha un chorro de agua con gas(o agua oxigenada, si la tienes más a mano). Su composición burbujeante facilitará la salida de la mancha de vino hacia la superficie para que puedas seguir secándola con los métodos descritos en el primer punto. Eso sí, no restriegues la mancha: limítate a utilizar las servilletas o esponjas como herramienta de absorción.
- Sal de mesa: la estructura cristalina de los granos de sal también favorece a la absorción de líquidos. Esparce un buen puñado de sal sobre la mancha para que ésta absorba lo que queda de líquido y mantenga la zona seca hasta que encuentres un producto más apropiado. Eso sí, no la dejes demasiado tiempo sobre el tejido porque podría provocar el efecto inverso y fijar la mancha aún más sobre la alfombra.
Despídete definitivamente de la mancha
Los métodos anteriormente descritos servirán como medida de contención de la mancha de vino sobre la alfombra, por eso es tan importante que los utilices lo más rápido posible. El siguiente paso requiere un poco más de calma y corresponde a la limpieza profunda de la macha, para la que existen trucos sencillos y muy eficaces.
1. Espuma limpiadora: es el método de limpieza más obvio. Un producto espefícicamente diseñado para la limpieza en seco de las alfombras. Se pulveriza directamente sobre el tejido, se deja actuar unos minutos antes de frotar la mancha con una esponja húmeda y una vez que se ha secado del todo se limpia con la aspiradora.
2. Bicarbonato sódico: la versión casera de los productos químicos de limpieza es el bicarbonato sódico. Diluido en agua tibia se consigue un líquido pastoso que debes verter sobre la mancha y dejar actuar durante varias horas asegurándote de que el tejido se mantienes siempre húmedo. Antes de eliminarlo con el uso de bayetas, frota la zona con suavidad ayudándote de un cepillo o esponja y ve limpiando el líquido sobrante.
3. Mezclas caseras: si la mancha se te resiste, hay versiones más potentes de los métodos tradicionales. Esta consiste en una combinación de agua oxigenada, bicarbonato y vino blanco aplicada directamente sobre la mancha con una esponja. Más que restregar la técnica consiste en dar golpecitos sobre la alfombra para que vaya absorbiendo la mezcla al tiempo que con una bayeta se elimina el líquido manchado que va emergiendo a la superficie.
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