Como evitar la trasmisión de enfermedades
En el periodo vacacional, millones de pasajeros son transportados por las líneas aéreas, por lo que el transporte aéreo comercial es potencialmente un medio para la propagación de enfermedades transmisibles por contacto con superficies y por la proximidad con personas infectadas.
La principal fuente de infección para otros viajeros es una persona infectada, y la proximidad es un importante factor de riesgo de infección transmitida por el aire.
La pauta de limpieza debe adoptar un enfoque de “precaución universal” que trate todas las secreciones respiratorias, sangre y otros líquidos corporales como potencialmente infecciosos.
El riesgo de infección por contacto con dichas superficies contaminadas dependerá de la viabilidad del organismo; la cantidad, la limpieza y/o desinfectada adecuada, …
Cuando los gérmenes no son patógenos, la limpieza ordinaria y la propia defensa de la mayoría de los seres humanos los tolera sin ser más problemáticos, pero, ¿qué pasa cuando estos agentes son patógenos y de transmisión rápida?
En todos los lugares de riesgos, sobre todo biológicos, deben tomarse medidas preventivas adecuadas y la limpieza profesional es fundamental.
LIMPIEZA DE RUTINA EN LOS AEROPUERTOS
Diariamente se limpiará el mobiliario con productos desinfectantes adecuados. Con sistemas de barrido húmedo el suelo varias veces al día para evitar que el polvo que genera el movimiento de personas y maletas trasmita los gérmenes; y cuando no haya tráfico se fregará de forma mecánica.
Los aseos son lugares de alto riesgo, teniendo por rutina la limpieza más intensa y frecuente, y una vez al día cerrarlos para una desinfección profunda.
Durante los períodos de gran volumen de pasajeros se debe aumentar la frecuencia de la limpieza para eliminar la acumulación de desechos y restos en todo el aeropuerto, especialmente de los aseos.
No hay que montar grandes dispositivos, basta con que el personal sea consciente de la importancia que tiene mantener los controles de limpieza y desinfección y, la aplicación de productos y útiles adecuados para cada operación.
Los productos químicos antibacterianos y desinfectantes en los aseos y lugares de riesgo será una buena técnica preventiva diaria.
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